La adquisición o desarrollo de cualquier habilidad humana es básicamente una actividad autónomo: un autoaprendizaje. Y en este proceso participan también elementos externos: profesor, libros, medios audiovisuales, etc.

   Este sería mi  entorno ideal:

  • actividad placentera, integrada en mi vida Una actividad que practicaría aunque no tuviera que estudiar el idioma. Una actividad que me genera emociones positivas. Por ejemplo: que tu pareja o un amigo cercano utilice ese idioma, vivir en un país extranjero, ser aficionado al cine de ese país (anime japonés), etc.
  • un contexto lingüísitco inteligible en su significado general: entender prácticamente todo el contexto comunicativo. Las palabras nuevas que se incorporan son inteligibles en ese contexto. Por ejemplo: el tendero señala una fruta al mismo tiempo que pronuncia su nombre. Ver una película en la que seguimos el hijo el argumental y practicamente todo el comunicación.
  • fijar mi objetivo lingüístico: querer comunicarme con una persona, preparar un viaje, relaciones profesionales, entender la television, leer el periódico, comic, cine, etc. Y que, preferiblemente, sólo pueda realizar en ese idioma
  • un persona que ejerza de guía: una madre, un profesor, etc. Incentiva, guía, corrige, etc

 

    Ventajas de disponer de un objetivo lingüísitico:

  • Focalizar el aprendizaje en la parte que me sería más útil: dentro de la parte del idioma más usada, hay una parte que es la que más utilizaría para mis objetivos. Esto sería cómo un doble principio de Pareto. El 20% del idioma es usadao el 80% de las ocasiones. Y dentro de este 20% hay otro 20% que utilizaría un 80% para mis objetivos lingüisticos. Es decir que la parte del del idioma que necesitaría sería de un 4%
  • reproducir situaciones pasadas, futuras o imaginarias (ya que el cerebro no es capaz de diferenciar lo recuerdos creados de los recuerdos vivivdos) en las que podría utilizar el conocimiento lingüísticos aprendido

 

   Ventajas de disponer de un guía:

  • oímos una pronunciación real del idioma
  • nos enseña pronunciar
  • comprueba la correcta evolución del autoaprendizaje. Minimiza las fosilizaciones lingüísiticas: aprendemos algo de manera errónea (fonética, gramática, modo de uso, etc) y queda fijada en el cerebro, siendo muy difícil corregirlo posteriormente
  • genera contenidos acorde a nuestros gustos y a nuestros objetivos lingüísticos
  • practica lo aprendido
  • explicación de la gramática y de los usos lingüísticos